En mi área de competencia, la gestión de las organizaciones, existe un concepto pilar de varias asignaturas y es el de “organización”. Para utilizarla con mis alumnos de polimodal, acostumbro a reducirla a tres elementos, a modo de “abc”: objetivos, recursos y división del trabajo. Donde los objetivos son estados posibles que la organización pretende alcanzar dentro de un determinado lapso de tiempo. Los recursos, también llamados medios, son bienes materiales e intangibles que se utilizan en el desarrollo de las actividades de la organización, las que responden a ciertas estrategias para lograr los objetivos. La división del trabajo hace referencia a la estructura organizacional (jerarquías y funciones) repartiendo entre los participantes las diferentes actividades.
Si bien la caracterización está bastante reducida y se pueden agregar más elementos, como planificación y control, entorno y otros, pretendo que la sencillez contribuya a su memorización (lo que refuerzo con ejemplos comunes). Es un concepto que se puede transponer fácilmente y útil, porque remite al orden, conveniente para iniciar cualquier empresa. Por ejemplo, la de enseñar.
Los docentes confeccionamos planificaciones anualmente, y con mayor frecuencia, proyectos didácticos. En el ítem “Recursos” listamos los materiales de los que nos valdremos, en forma alternativa, para implementar diferentes estrategias didácticas con el objetivo general de que los alumnos aprendan. Suelo incluir en este ítem al “Material clásico de aula”, incluyendo sin nombrarlos a los modestos tiza y pizarrón.
Éste séptimo módulo trata sobre el análisis de recursos construidos principalmente con elementos aportados por las TIC. Hemos encarado la tarea desde el principio, es decir, partiendo de la reflexión sobre los materiales en general para llegar a los digitales.
Algunos aspectos son comunes a material “analógico” y digital, y otros son propios de éstos últimos. A grandes rasgos, el artículo de James Gee sobre videojuegos[1], trata los dos aspectos que considero claves al analizar los materiales digitales:
Alfabetización: sin entrar en semiótica (mi nivel es casi-básico), esta competencia está frecuentemente mencionada en la bibliografía del módulo. Se vincula a la habilidad no ya de leer y escribir, o inclusive a la de conocer y producir diferentes estilos y géneros literarios, sino de la necesaria para entender la información que se presenta en diferentes soportes y combina formas de transmisión. Es distinta y compleja. Por ejemplo se habla de alfabetizar en:
o Imágenes: de carácter polisémico y gran movilizadora de sentimientos[2], se intenta enseñar a leer imágenes, eso no significa que todos podamos conocer como los críticos de arte. La fotografía produjo con las imágenes un efecto de popularización similar al generado por la imprenta con el libro. La cámara de fotos hizo innecesario saber dibujar o pintar para mostrar. Un paso más y tuvimos el cine (mudo al principio). Hoy llegamos a asociar la palabra imagen a la foto satelital, el photoshop y a los floggers.
o Presentaciones multimodales: entran aquí los antiguos TV y video, como los modernos CD y DVD combinando sonidos e imágenes en movimiento (además de textos en los subtitulados). Como señala Cebrián la TV mide su eficiencia por el rating, la escuela se guía por otros parámetros y debe evaluar el uso de cada presentación[3], por lo tanto el docente diseñará previamente una pauta de trabajo. El video tiene que ser distinto, no se trata de pasar otro recurso a video. Existen varias recomendaciones al analizar este tipo de productos, por ejemplo observar que no sature la capacidad de atención ni que contengan elementos que distraigan (usar todos los sentidos, pero no a la vez), conviene que las imágenes sean acompañadas de texto hablado.
o Hipertexto: son vínculos establecidos entre distintas partes de un mismo documento o enlaces con otros documentos o con sitios web. Son textos “sin un punto de entrada ni uno de salida”, pero no deben convertirse en textos sin pies ni cabeza cuando el lector se lanza al ciberespacio. Es recomendable que la apertura del texto esté orientada para que no pierda el sentido, como en el recurso WebQuest. En el artículo de Theo Van Leuween[4] se analiza un hipertexto vinculado por personajes (guías de turismo) que ordenan los contenidos de una enciclopedia que forma la base de datos sobre la que se navega.
o Utilización de las TIC: Gee propone alfabetizarse en este aspecto usando los videojuegos (cualquier edad). Aconseja que sean buenos (muy interactivos), que el jugador tenga un grupo de afinidad o alguien que lo estimule a la reflexión (al modo de Piaget que le pregunte por qué o cómo piensa hacer las jugadas) y que al jugador le guste[5].
Interactividad: es el nivel de intercambio posible entre el usuario (alumno en este caso) y programa, de la capacidad de actuar y recibir una respuesta más restringida o más ajustada. Es más interactivo cuanto más tenga en cuenta el programa las respuestas acumuladas del usuario. Es el gancho que atrapa en los videojuegos. En el artículo de Alfonso Gutiérrez Marín[6] se analiza separadamente la dimensión de la interactividad de las presentaciones multimedia.
La selección de materiales digitales tendrá en cuenta las características del alumno, tal como señala Gutiérrez Marín en el artículo anteriormente referido, la función del profesor ya no es tanto suministrar información cuanto adaptarla a la estructura cognitiva de sus alumnos, experiencia y conocimientos previos, además de integrar la aplicación al contexto didáctico correspondiente.
Para un Plan Nacional de Enseñanza Digital, se podría incluir un mensaje como éste: “Editoriales, gente especializada ..., a ver si en vez de tanto libro, le pierden el miedo a las computadoras y se toman un tiempo para producir material digital, que es tan útil y tan necesario como un libro”.
[1] Gee, James P. (2005) Lo que nos enseñan los videojuegos sobre aprendizaje y alfabetismo. Cap. 2. Ed. Aljibe (Málaga)
[2] Abramowski, Ana, El lenguaje de las imágenes y la escuela. ¿Es posible enseñar y aprender a mirar? Disponible en: http://www.me.gov.ar/monitor/nro13/dossier2.htm
[3] Cebrián de la Serna, Manuel, Los videos didácticos: claves para su producción y evaluación. Disponible en: http://tecnologiaedu.us.es/bibliovir/pdf/135.pdf
[4] Van Leeuwen, Theo (1998) Heteroglosia programada: análisis crítico de un interfaz de ordenador. En: Martín Rojo, Luisa y Whittaker, Rachel (eds.) Poder-decir o el poder de los discursos. Editorial Arrecife: Madrid.
[5] Para adultos el de la aduana de AFIP está bueno, disponible en http://www.afip.gov.ar/et/juegos/aa/default.html y para los niños uno de cuentos españoles en http://w3.cnice.mec.es/recursos2/cuentos/index.htm
[6] Gutiérrez Marín, Alfonso. Evaluación de la comunicación en las aplicaciones multimedia educativas. Disponible en http://www.uned.es/ntedu/espanol/master/segundo/modulos/evaluacion-de-las-tecnologias/evaluacion-comunicacion-apli-multimedia.pdf
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sábado, 31 de enero de 2009
jueves, 29 de enero de 2009
Nuestro Ministro de Educación: ¿el Sarmiento de las TIC?
El Seminario Internacional organizado por el IIPE-UNESCO y llevado a cabo en nuestro país, bajo la temática “Cómo las TIC transforman las escuelas”, ha sido una excelente oportunidad de reunir un coro con varias primeras voces, quienes sin altisonancias, han iniciado un debate en torno al papel de un actor que no debe abandonar la obra: el gobierno. Y más sugerente aún es el título del trabajo bajo el cual se editaron las ponencias del Seminario: “Las TIC: del aula a la agenda política”[1]. Reconoce este organismo, así, el trabajo valioso que realizan los docentes, superando los baches que se forman a raíz de la indiferencia (o menosprecio) oficial a los cambios tecnológicos globales. Docentes que advierten tales cambios en la creciente omnipresencia de las nuevas tecnologías, y concientes de su responsabilidad, decididamente se juegan por el cambio, modificando sus competencias y fortaleciendo las de sus alumnos. Ellos son quienes finalmente obligarán a incluir las TIC en la agenda política.
Muy importante que de este concierto participara el actual Ministro de Educación de la Nación, Lic. Juan Carlos Tedesco, deseando que durante su gestión se impulse la experimentación de acciones concretas en el ámbito provincial, ya que el ministerio nacional es un “ministerio sin escuelas” luego de la gran reforma educativa de transferencia de establecimientos en el año 1994 y utilice el tiempo para asistir y complementar la labor de los gobiernos provinciales, que corren permanentemente por detrás de los asuntos de corto plazo (y a veces los resuelven).
Señala Tedesco que “en términos de políticas educativas, probablemente lo más difícil es la cuestión docente”. La clave son los docentes: la mayor o menor utilidad de implementación de TIC depende de los docentes. Cualquier proyecto, por menor que parezca, es un aporte. Es recomendable la gradualidad que invita a sumar aportes y anima a participar.
Quizás la barrera económica que se debe superar para lograr una implementación masiva de TIC sea finalmente una contención sabia antes que barrera., porque también impide que se produzca un desborde y genere nuevos problemas más difíciles de resolver. Por otra parte, si las nuevas herramientas fueran tan poderosas, de resultados tan espectaculares, tan sencillas de aplicar ¿por qué tan pocos docentes las aplican?. No sólo en su rol docente, sino para provecho personal. ¿Por qué no hemos visto aún cambios emblemáticos en educación por la utilización de las TIC, con tanto fundamentalista suelto repleto de ideas?. Imaginemos que una institución pusiera en funcionamiento la “Mediateca” que propone Pere Marquès Graells[2], el núcleo de la escuela del futuro (tele-escuela parafraseando a Javier Echeverría). Todos los recursos materiales y un bibliotecario que es tan perfecto como una computadora, tan real como un mago. Una computadora por niño, pantalla digital para el profesor, la educación es algo inevitable. Las computadoras son percibidas, grafica Chris Dede, “como una tecnología comparable al fuego: con sólo sentarse cerca de ellas los alumnos saldrán beneficiados, como si el conocimiento y las destrezas fueran irradiados desde los monitores a sus mentes”[3]. Esta magia también nos está prometida al afirmar que “cuando los profesores conozcan eficaces modelos didácticos de utilización de las TIC que puedan reproducir sin dificultad en su contexto (tengan recursos, formación) y les ayuden realmente en su labor docente (mejores aprendizajes en los estudiantes, reducción del tiempo y del esfuerzo necesario, satisfacción personal)..., seguro que todos van a querer utilizarlas. ¿Por qué no?”. Suprimiendo las palabras “de utilización de las TIC” considero que es una buena definición de la labor docente.
En el prólogo del trabajo, la Lic. Margarita Poggi dice que “sin duda, las TIC no son una panacea” pero pueden abrir “perspectivas interesantes para un cambio de paradigma en educación”. Y Tedesco afirma que “es necesario reconocer que no todo se puede enseñar con TIC”. Ambas citas indican lo que muchos gurúes no están dispuestos a reconocer: que las TIC son una herramienta, que no generan conocimiento sino que lo pueden llegar a facilitar, y que se debe aprender a manejarlas, generan una habilidad. ¿Para qué quiere alguien una habilidad que no necesitará usar?, ¿para qué quiere el docente aprender TIC y enseñar con TIC si igualmente puede enseñar sin TIC sin perder su estabilidad?, ¿quedará el docente excluido por no conocer su manejo?.
El docente encuentra otro motivo de resistencia cuando su superior opone el ámbito escolar al de las TIC, limitándole los recursos. En este sentido, la observación del Dr. Nicholas Burbules sobre los celulares fue acertadamente oportuna y contundente. Señala que, primero, los gobiernos intentan reducir la brecha digital, implementando políticas que permitan el acceso a las nuevas tecnologías por parte de los jóvenes, luego, se descubre que las utilizan “para hacer toda clase de cosas que no queríamos que hicieran”, entonces las prohíben. Cita el caso de la prohibición de celulares (como en la Provincia de Buenos Aires[4]), advirtiendo que el fracaso más grave es el desperdicio de un recurso de aprendizaje potente y creativo. Porque los celulares ya no son teléfonos. El otro comentario que brilla por su claridad meridiana es sobre el uso de Internet: “Nadie quiere que su hijo se ahogue, pero no se aprende a nadar quedándose afuera del agua”. Los peligros que existen en la red son reales, la escuela debería aprovecharlos para formar experiencia en los jóvenes enseñándoles a reconocerlos y evitarlos, porque así aprenderán algo que les servirá para toda la vida.
Un documento muy enriquecedor, con aportes valiosos, que cubre todos los aspectos que deben tenerse presente cuando se aborda la temática objeto del Seminario. Me resultó difícil, por primera vez en los posteos, no pasarme de las mil palabras y tener que suprimir tanto material en los comentarios.
El vértigo de la política argentina se asemeja al del avance de las TIC, espero que el título del presente posteo siga siendo válido más allá de octubre de 2009, y podamos recordar, en un futuro no muy lejano, al Lic. Tedesco como un Sarmiento siglo XXI.
[1] "Las TIC: del aula a la agenda política" Co-publicación con UNICEF. 2008 Disponible en: http://www.iipebairesvirtual.org.ar/file.php?file=/1/Publicaciones_TIC/Las_TIC_del_aula_a_la_agenda_politica_2008.pdf
[2] Marquès Graells, Pere (2006) Cambios en los centros educativos: construyendo la escuela del futuro, disponible en http://dewey.uab.es/pmarques/perfiles.htm#cambios#cambios.
[3] Dede, Chris (comp.) (2000) Aprendiendo con tecnología. Editorial Paidós (Bs.As.) pág. 2
[4] Resolución 1728/24-05-2006 disponible en http://www.formadores.org/default_archivos/resolucion1728-2006.htm
Muy importante que de este concierto participara el actual Ministro de Educación de la Nación, Lic. Juan Carlos Tedesco, deseando que durante su gestión se impulse la experimentación de acciones concretas en el ámbito provincial, ya que el ministerio nacional es un “ministerio sin escuelas” luego de la gran reforma educativa de transferencia de establecimientos en el año 1994 y utilice el tiempo para asistir y complementar la labor de los gobiernos provinciales, que corren permanentemente por detrás de los asuntos de corto plazo (y a veces los resuelven).
Señala Tedesco que “en términos de políticas educativas, probablemente lo más difícil es la cuestión docente”. La clave son los docentes: la mayor o menor utilidad de implementación de TIC depende de los docentes. Cualquier proyecto, por menor que parezca, es un aporte. Es recomendable la gradualidad que invita a sumar aportes y anima a participar.
Quizás la barrera económica que se debe superar para lograr una implementación masiva de TIC sea finalmente una contención sabia antes que barrera., porque también impide que se produzca un desborde y genere nuevos problemas más difíciles de resolver. Por otra parte, si las nuevas herramientas fueran tan poderosas, de resultados tan espectaculares, tan sencillas de aplicar ¿por qué tan pocos docentes las aplican?. No sólo en su rol docente, sino para provecho personal. ¿Por qué no hemos visto aún cambios emblemáticos en educación por la utilización de las TIC, con tanto fundamentalista suelto repleto de ideas?. Imaginemos que una institución pusiera en funcionamiento la “Mediateca” que propone Pere Marquès Graells[2], el núcleo de la escuela del futuro (tele-escuela parafraseando a Javier Echeverría). Todos los recursos materiales y un bibliotecario que es tan perfecto como una computadora, tan real como un mago. Una computadora por niño, pantalla digital para el profesor, la educación es algo inevitable. Las computadoras son percibidas, grafica Chris Dede, “como una tecnología comparable al fuego: con sólo sentarse cerca de ellas los alumnos saldrán beneficiados, como si el conocimiento y las destrezas fueran irradiados desde los monitores a sus mentes”[3]. Esta magia también nos está prometida al afirmar que “cuando los profesores conozcan eficaces modelos didácticos de utilización de las TIC que puedan reproducir sin dificultad en su contexto (tengan recursos, formación) y les ayuden realmente en su labor docente (mejores aprendizajes en los estudiantes, reducción del tiempo y del esfuerzo necesario, satisfacción personal)..., seguro que todos van a querer utilizarlas. ¿Por qué no?”. Suprimiendo las palabras “de utilización de las TIC” considero que es una buena definición de la labor docente.
En el prólogo del trabajo, la Lic. Margarita Poggi dice que “sin duda, las TIC no son una panacea” pero pueden abrir “perspectivas interesantes para un cambio de paradigma en educación”. Y Tedesco afirma que “es necesario reconocer que no todo se puede enseñar con TIC”. Ambas citas indican lo que muchos gurúes no están dispuestos a reconocer: que las TIC son una herramienta, que no generan conocimiento sino que lo pueden llegar a facilitar, y que se debe aprender a manejarlas, generan una habilidad. ¿Para qué quiere alguien una habilidad que no necesitará usar?, ¿para qué quiere el docente aprender TIC y enseñar con TIC si igualmente puede enseñar sin TIC sin perder su estabilidad?, ¿quedará el docente excluido por no conocer su manejo?.
El docente encuentra otro motivo de resistencia cuando su superior opone el ámbito escolar al de las TIC, limitándole los recursos. En este sentido, la observación del Dr. Nicholas Burbules sobre los celulares fue acertadamente oportuna y contundente. Señala que, primero, los gobiernos intentan reducir la brecha digital, implementando políticas que permitan el acceso a las nuevas tecnologías por parte de los jóvenes, luego, se descubre que las utilizan “para hacer toda clase de cosas que no queríamos que hicieran”, entonces las prohíben. Cita el caso de la prohibición de celulares (como en la Provincia de Buenos Aires[4]), advirtiendo que el fracaso más grave es el desperdicio de un recurso de aprendizaje potente y creativo. Porque los celulares ya no son teléfonos. El otro comentario que brilla por su claridad meridiana es sobre el uso de Internet: “Nadie quiere que su hijo se ahogue, pero no se aprende a nadar quedándose afuera del agua”. Los peligros que existen en la red son reales, la escuela debería aprovecharlos para formar experiencia en los jóvenes enseñándoles a reconocerlos y evitarlos, porque así aprenderán algo que les servirá para toda la vida.
Un documento muy enriquecedor, con aportes valiosos, que cubre todos los aspectos que deben tenerse presente cuando se aborda la temática objeto del Seminario. Me resultó difícil, por primera vez en los posteos, no pasarme de las mil palabras y tener que suprimir tanto material en los comentarios.
El vértigo de la política argentina se asemeja al del avance de las TIC, espero que el título del presente posteo siga siendo válido más allá de octubre de 2009, y podamos recordar, en un futuro no muy lejano, al Lic. Tedesco como un Sarmiento siglo XXI.
[1] "Las TIC: del aula a la agenda política" Co-publicación con UNICEF. 2008 Disponible en: http://www.iipebairesvirtual.org.ar/file.php?file=/1/Publicaciones_TIC/Las_TIC_del_aula_a_la_agenda_politica_2008.pdf
[2] Marquès Graells, Pere (2006) Cambios en los centros educativos: construyendo la escuela del futuro, disponible en http://dewey.uab.es/pmarques/perfiles.htm#cambios#cambios.
[3] Dede, Chris (comp.) (2000) Aprendiendo con tecnología. Editorial Paidós (Bs.As.) pág. 2
[4] Resolución 1728/24-05-2006 disponible en http://www.formadores.org/default_archivos/resolucion1728-2006.htm
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